KRAZY HOUSE, y líbranos del mal, Amén!

Nick Frost y Alicia Siverstone en una de las escenas de Krazy House

Krazy House es una comedia de humor negro dirigida por Steffen Haars y Flip van der Kuil. La película sigue a Bernie, un devoto hombre de familia cuya vida se desmorona cuando unos criminales rusos invaden su hogar en busca de un botín oculto.

Esta absurda trama, cargada de violencia exagerada y referencias a las sitcoms de los años 90, se mezcla con críticas sociales y religiosas. La estética y el formato recuerdan a las clásicas comedias de situación de los años 90, pero Krazy House va mucho más allá. Con un tono que recuerda a Funny Games (Haneke) mezclado con el estilo irreverente de Adult Swim, la película se lanza sin freno hacia la crítica social y los temas religiosos, satirizando todo lo que se le pone enfrente con un enfoque tan excesivo que puede resultar agotador para algunos espectadores.

Nick Frost y Alicia Silverstone (como la histérica madre) destacan en un elenco que cumple con creces la tarea de darle vida a este loco pastiche de referencias culturales y sátiras macabras. Sin embargo, lo que podría haber sido un corto de humor ácido se extiende a un largometraje de 86 minutos que a veces se siente más largo de lo que debería.

La película fue proyectada en el Festival de Sitges 2024 durante una maratón a las 4 de la mañana, lo que quizás fue un error de programación. A esa hora, después de haber visto otras producciones más destacadas del festival, Krazy House se perdió entre el catálogo. Su estilo transgresor, aunque único, no logró sobresalir en un momento tan tardío y con un público agotado por las sesiones anteriores.

Para los amantes de la comedia grotesca y el horror hiperbólico, Krazy House podría convertirse en una película de culto, pero su humor no es apto para todos los gustos, y su violencia gráfica puede ser un tanto difícil de digerir. Eso sí, es una experiencia visual única que sin duda deja una impresión.