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ANORA, entre el lujo y el caos.

  • Borja del Rey
  • 26 feb
  • 3 Min. de lectura
Imagen de parte del escuadrón de FLOW con cara de sorpresa al recibir el Globo de Oro a la Mejor película de animación
Ani con Vanya y sus amigos paseando modelitos horteras por un casino de Las Vegas

Las cosas gustan o no gustan. A veces no gustan de entrada y terminan gustando. Casi nunca a la inversa. Ese nuevo disco de nuestro grupo de música favorito que no entendemos durante la primera escucha pero que acaba haciendo de nosotros unos yonkis musicales reproduciendo en bucle las mismas canciones durante meses. Pero, ¿no nos gustaba porque no era bueno? ¿o quizás no nos gustaba porque no era lo que esperábamos? Los gustos van ligados a las expectativas. No sabíamos que esa banda a la que llevábamos años siguiendo pudiese sonar diferente, por lo tanto esperábamos el mismo sonido y al no encontrarlo se genera una reacción de rechazo instintivo. Esto es lo que pasa con la película que me dispongo a desgranar, Anora.


Esta producción estadounidense está escrita y dirigida por Sean Baker. La protagoniza Mickey Madison (Anora) con el apoyo de Mark Eydelshteyn (Vanya) y un puñado de desconocidos, para mí.

Nos muestra la vida de una prostituta de Brooklyn con jornadas nocturnas interminables a la que le toca la lotería cuando un el joven hijo de un rico ruso se encapricha con ella y le propone ser su escort durante una semana entera. Anora, de ascendencia rusa, se dará cuenta demasiado tarde que ese no es el futuro que la familia Zakharov pretende para el consentido y fiestero Vanya.


Capitán pajarraco manejando el timón del Arca de Noé
Anora y Vanya en Las Vegas tomando la peor decisión de sus vidas

He estado leyendo algunas críticas profesionales sobre Anora y, como suele ocurrirme, creo que no hemos visto la misma película. Obviamente esto ocurre porque yo no tengo ni idea de cine y los críticos profesionales sí. Pero como esta reseña la escribo yo y no ellos os vais a tener que aguantar.


He leído cosas como "mezcla géneros y tradiciones para darle la vuelta desde el cine indie al mito de hollywoodiense Pretty Woman" o "no sólo es brillante, divertido, desconsolado y siempre enérgico, sino también muy triste y bello". Y, como decía, yo no he visto nada de esto. Si bien es cierto que creo entender la intención de Sean Baker al mostrarnos las fiestas de los jóvenes ricos y casi todos los rincones del cuerpo de Anora durante 45 minutazos, creo que no consigue transmitirlo correctamente. A partir de este momento la película da paso a un segundo acto que parece sacado de una película de Guy Ritchie pero sin la destreza de Guy Ritchie, los ingredientes estaban pero no se han mezclado en las proporciones correctas. El resultado, desde mi punto de vista, es que el largometraje de casi 2 horas y 30 minutos está demasiado descompensada entre la comedia y el drama que pretende mostrar.


El personaje principal está interpretado por Mickey Madison de una forma estupenda. Esto le ha valido un BAFTA y sendas nominaciones a los Globos de Oro y los Oscar. Además la película cuenta con otras 5 nominaciones a los Oscar, aunque creo que no se llevará a casa ninguna estatuilla dando continuidad a lo que pasara en los Globos de Oro donde se fue de vacío tras 5 nominaciones. La competencia es dura este año.


No valoro negativamente la película, sencillamente es cuestión de expectativas. Creía que iba a ver otra cosa, más drama y poca comedia. Más mafia rusa y menos chistes armenios. En definitiva pensaba que iba a ver más "Ritchie".


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